Como
ha cambiado a la humanidad la tecnología de los alimentos
A
través del proyecto RECAPT se han identificado 15 avances científicos en el
campo de la alimentación claves para el sector:
Envases
activos. Estos envases proporcionan un ambiente interno modificado que protege
el alimento contra cualquier efecto no deseado que afecte la calidad o
seguridad. Este tipo de envases interactúan con su contenido para aumentar el
tiempo de conservación o mantener la calidad durante el almacenamiento.
Películas
biodegradables. Ofrecen una barrera entre el alimento y su entorno y crea una
protección contra los efectos no deseados como microorganismos. Este tipo de
películas tienen capacidad para descomponerse a través de la acción de los
organismos vivos, y se perciben como más respetuosos con el medio ambiente.
Plasma
frío. Mediante esta tecnología se consigue eliminar patógenos del aire y de las
superficies en contacto con los alimentos. De creciente interés para su
incorporación en las líneas de procesado.
Recubrimientos
comestibles. Se aplican a muchos productos alimenticios para controlar la
transferencia de humedad para mejorar la seguridad y preservar la calidad
nutricional y sensorial. También se usan para mejorar el aspecto, olor y sabor
y vida útil. Una de las principales particularidades es que son aptos para el
consumo.
Irradiación
a través de haz electrones. Es una forma de energía ionizante de baja
intensidad útil sobre todo en productos envasados.
Homogeneización
de alta presión. A través de este proceso mecánico se somete un producto
líquido a alta presión.
Alta
presión. Las altas presiones se usan con otras técnicas para lograr la
desinfección y conservación de alimentos con un procesado mínimo que no afecta
al contenido nutricional. La combinación de las altas presiones con otro
tratamiento térmico permite que la temperatura aplicada sea menor.
Presión hidrodinámica. Este proceso suele utilizarse para ablandar la carne tras el sacrificio. Consiste en aplicar ondas de presión a través de la conversión de energía eléctrica en mecánica.
Envases
inteligentes. Una serie de sensores proporcionan información sobre el estado de
un alimento o sobre las condiciones en las que se ha almacenado y que están
vinculadas a ciertas características de seguridad.
Calentamiento
por infrarrojos. Destaca su capacidad para calentar alimentos sin necesidad de
que entren en contacto directo con la fuente de calor. Se ha utilizado para
calentar, dorar, descongelar y tostar, así como otros tipos de cocción.
Calentamiento
óhmico. Los alimentos se calientan al pasar electricidad. La energía eléctrica
se disipa en calor, lo que se traduce en un calentamiento rápido y uniforme.
Una de las particularidades de este sistema es que el calentamiento se produce
en el interior del alimento.
Campos eléctricos pulsados. No se produce un calentamiento de los alimentos, sino que busca inactivar grandes cantidades de microorganismos, lo que implica una reducción de la actividad biológica en el producto.
Por
ejemplo, la sopa instantánea
RFID.
La identificación por radiofrecuencia puede considerarse como una forma de
código de barras inteligente. A diferencia del código de barras, los datos
almacenados en etiquetas RFID se pueden cambiar y actualizar.
Extracción
supercrítica de fluido. Un material soluble se extrae de un material
alimenticio a través de un disolvente (la sacarosa de la remolacha o el café de
los granos).
Corte
por ultrasonidos. La aplicación de ultrasonidos mejora la calidad de la
superficie del corte en el alimento. A diferencia de otras máquinas de corte,
los ultrasonidos pueden cortar materiales blandos, producen bajos niveles de
calor y una mínima distorsión.
En
algunas ocasiones por la rapidez de las actividades que realizamos en la vida
cotidiana, comemos cosas sencillas de adquirir o preparar pero que no son nada
nutritivas como hamburguesas, hot dogs o sopas instantáneas.
Estas sopas llegaron a México en 1998 y comenzaron a ser vendidas como botana; sin embargo, se han instalado en la dieta básica de algunos mexicanos y han desplazado a verdaderos alimentos, como el frijol o el arroz. ¿Por qué? Porque son baratas, adictivas y fáciles de preparar.
De
acuerdo con el doctor Héctor Bourges, del Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y de Nutrición, en una nota publicada en elpoderdelconsumidor.org, a
estas sopas “les llaman el asesino silencioso porque no se manifiestan más que
en la presión arterial”, y pueden ocasionar accidentes cerebrovasculares si se
consumen con frecuencia.
El
ingrediente que preocupa es el glutamato monosódico, ya que, de acuerdo con una
nota publicada en mayoclinic.org, este componente es un potenciador del sabor y
del olor, además de acortar su tiempo de preparación; sin embargo, es también
el responsable de que causen adicción, de querer comer más y más y no sentirse
satisfecho.
Cabe
mencionar que el riesgo de padecer dolores de cabeza, latidos cardíacos rápidos
y agitados (palpitaciones del corazón), dolor de pecho, náuseas, en otros
malestares, se produce cuando se consumen frecuentemente alimentos con
glutamato monosódico.
La
comida, tanto la que compramos en los restaurantes como la que preparamos en
casa después de ir al supermercado, tiene casi siempre una injerencia
tecnológica. Desde las frutas y vegetales que son tradicionales en la
modernidad. Hasta los envoltorios de los alimentos, todo se transforma
con la innovación.
El grupo financiero holandés ING publicó recientemente un análisis sobre la tecnología alimentaria y los cambios que está provocando en la industria. Conocida por los anglosajones como "food tech", la tecnología alimentaria cubre todas las aplicaciones de sistemas informáticos en la industria, desde la robótica hasta el procesamiento de datos y la impresión 3D. Con todos los avances de los últimos años, "más y más tecnología está involucrada en la producción primaria y en el procesamiento de la comida", explica ING en el documento, que recoge algunos de los más asombrosos usos de estos sistemas en el sector a nivel mundial.
La
robótica en la industria alimentaria
Hay
dos tipos de robots haciendo olas en el sector: los genéricos que sirven para
mover objetos pesados o sorteando productos, y los especializados que ayudan en
tareas más complejas y específicas como cortar carnes o procesar vegetales. En
este segundo grupo también están los robots que se encargan de empacar los
productos, cada vez más usuales.
Envases activos son
sistemas que modifican la composición del alimento o que interaccionan con él:
las investigaciones han permitido la aditivación de materiales con extractos
naturales, cuyas funciones pueden ser antimicrobianas, absorbentes de olores y
sabores, enzimáticas y antioxidantes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que
esta tendencia del futuro tiene que realizarse de acuerdo a las normas de
seguridad alimentaria, tanto en lo que a sustancias autorizadas se refiere,
como en los requisitos que deben cumplir los materiales que entren en contacto
con los alimentos.
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