Mecanismos
de actuación en el funcionamiento del envase activo
La forma de actuación
del envase activo puede ser de dos maneras:
Introduciendo el
elemento activo en el interior del envase: junto con el producto se coloca una
bolsita, sobre o etiqueta que puede soltar por ejemplo una sustancia
antimicrobiana para ralentizar el proceso de deterioro, o también para captar
el oxígeno y que los alimentos no se estropeen.
Incorporando el
elemento activo en el propio material del envase: Mediante extrusión, laminación
o impresión. Este mecanismo resulta más atractivo para el consumidor que el
anterior, ya que no encuentra ningún elemento extraño que pueda llevar a
confusión en el interior.
Beneficios
de los envases activos y aplicaciones del futuro
Entre los beneficios de
la utilización de envases activos podemos destacar que el aumento de la vida
útil de los alimentos, con lo que se consigue alargar las fechas de caducidad,
reducir el desperdicio de alimentos y permite una distribución del producto a
lugares más alejados del punto de origen.
se investiga cómo reducir el desperdicio de alimentos y el uso de recursos del sector con la creación de envases avanzados para el sector de los cárnicos frescos; o el proyecto BIOBARACTIVE, para conseguir el primer envase para productos cárnicos procesados realizado con materiales multicapa y con barrera a los gases, pero además totalmente biodegradable y compostable.
Respecto a las
aplicaciones de futuro, las investigaciones se orientan hacia novedosos
sistemas como pegatinas que detectan si la cadena de frío se ha roto, adhesivos
con forma de semáforo que captan el etileno que desprenden las frutas para
señalar su estado de maduración o envases que incorporan pequeños microchips.
Sin embargo, en todos ellos hay que comprobar de forma exhaustiva en cómo
inciden en la seguridad de los productos.
Mayor
protección para los alimentos
UV Block de SP GROUP es
un filtro UV-Visible que se utiliza en envases para productos grasos como
pescados, carnes grasas o productos fritos como frutos secos, que tienen un
mayor riesgo de oxidación al entrar en contacto con la luz.
El filtro UV BLOCK
evita la oxidación de vitaminas, colores o grasas y tiene una alta efectividad
en la protección microbiológica del alimento. Además, este filtro no repercute
en las propiedades mecánicas del envase ni en la visualización del alimento.
Películas
biodegradables
Tienen el fin de conseguir vías alternas
que permitan la utilización de polímeros con menor impacto en el ambiente,
investigadores han desarrollado un proceso innovador y ecológico a partir de
cáscaras de frutas como naranja, toronja y mango. Este proceso no utiliza
solventes y permite obtener películas con compuestos funcionales, sin necesidad
de añadirlos de fuentes externas, de esta manera conservan sus características
antioxidantes y antimicrobianas.
Para elaborar la película primero se
tritura la cáscara, se pone en agua acidificada y se lleva a un calentamiento
de 80 a 85 grados centígrados por una hora, después de esto se separa el
extracto que tiene el biopolímero, le agregan algunos aditivos como glicerol o
plastificantes, se deja secar el extracto y se obtiene el producto final.
El resultado de este proceso es un
material biodegradable e hidrofílico de color naranja, tiene aroma cítrico, es
suave al tacto y mecánicamente no es tan resistente, pero puede utilizarse como
empaques de alimentos de baja humedad o secos.
Plasma
frío
En el sector
alimentario las tecnologías basadas en plasma frío permiten la eliminación de
patógenos del aire y de las superficies en contacto con los alimentos,
asegurando de esta forma la seguridad de los alimentos y su mejor conservación.
En la actualidad hay un interés creciente por la incorporación de esta
tecnología a las líneas de procesado.
Se ha desarrollado y
patentado un equipo de plasma frío capaz de eliminar bacterias, virus y esporas
en del ambiente. El plasma frío se basa en la dispersión en el aire de radicales
hidroxilos (OH-), formados a partir de la humedad del ambiente. Estos
inestables hidroxilos se adhieren a la pared celular de las bacterias
robándoles los átomos de hidrógeno causando su muerte. Como resultado de este
proceso, se eliminan los microorganismos patógenos y se forma agua.
Experiencias llevadas a
cabo por los desarrolladores de la tecnología indican que, tras 90 minutos, la
efectividad del sistema en la eliminación de bacterias transportadas por el
aire es del 99% mientras que en las trazas de virus la efectividad es del 88.96%.
La tecnología puede emplearse en procesos de descongelación, enfriamiento, procesado y envasado de los alimentos. Es capaz de elimina los microorganismos garantizando la seguridad de los alimentos y una mejor conservación además de reducir la carga microbiológica de los alimentos.
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